Viajando de España a los Alpes franceses

Cerrar los ojos por un instante. Imaginar mar, montañas, campos de lavanda, historia. Un roadtrip mágico de aproximadamente mil kilómetros ida y vuelta donde se puede disfrutar todo lo que nos imaginamos, en un solo viaje. De España a los Alpes franceses.

 

Luego de disfrutar unos días de la ciudad Barcelona tomamos la autopista E5 hacia Francia. Si bien es la vía más práctica y rápida, está la opción de ir por rutas alternativas que pasan por los pueblos de la costa (Ruta C31), pero puede resultar algo engorroso.

PALS

Hay muchísimos lugares que merecen la pena conocer, pero elegimos los que más nos gustaron por encanto, importancia y magia. Salimos a media mañana de Barcelona. A 130 kilómetros llegamos a Pals, que nos sorprendió con su casco histórico. Al llegar, comienza a verse, casi tímidamente, la edificación construida entre los siglos XI y XIII que invita a perderte en las callecitas y admirar los colores de cada rincón. Cada lugar donde se mira,  encontrás increíbles vistas desde lo alto.. Recorrer este pueblo es olvidarse por unos momentos de lo moderno y disfrutar del pasado y el presente a la vez. El tiempo se detiene en Pals… pero se nos hizo la hora del almuerzo, entonces disfrutamos de la comida española en uno de sus pequeños restaurantes. Así culminamos esta visita de la mejor manera para seguir la ruta. 

 

 

PERPIÑAN

Retomamos la ruta hacia Francia e hicimos 110 kilómetros más, rodeados de un paisaje de montaña impactante. A los pies de los Pirineos, y a muy pocos kilómetros de la frontera con España, llegamos a Perpiñan, “La Catalana”. Le dicen así porque perteneció a España hasta 1659 cuando las monarquías española y francesa firmaron el Tratado de los Pirineos. Su escudo lleva la bandera de Catalunya muchos de los nombres de las calles están en ambos idiomas, incluso buena parte de la población habla en catalán.

 

A la mañana siguiente comenzamos la recorrida. La primera impresión que nos dio después de ir a la Oficina de Turismo, es que la podíamos recorrer en un día. Aunque si quieren hacer el viaje más tranquilos pasar dos noches es ideal. Una ciudad limpia, muchos árboles y lugares para caminar, como el paseo por la orilla del canal en pleno centro. Algunas recomendaciones: el Palais des Rois de Majorque, palacio fortaleza de s.XIV, la Loge de la Mer, antigua jurisdicción comercial y marítima, el esplendor gótico del  Hôtel de Ville (ayuntamiento) o también del Palais de la Députation el Castillet, que fue castillo, puerta de la ciudad y prisión, es el emblema de Perpiñán- la Catedral Saint-Jean-Le-Baptiste y el Campo Santo, el mayor claustro cementerio de Francia.

Todo es muy cerca y se puede aprovechar para hacer una recorrida a pie.

 

 

AIX EN PROVENCE

 Emprendimos viaje hacia probablemente la zona más linda de Francia: Provenza. Para eso tomamos la autopista A9 hacia Aix-en Provence, unos 300 km . Se llega a la ciudad luego de un desvío de la ruta y caminos que cada vez se van haciendo más angostos hasta convertirse en calles. 

 

Desde el inicio se nota que es una ciudad elegante, amable y colorida. La tomamos como base para recorrer distintos pueblos alrededor, por eso es posible pasar dos o tres noches. Por ejemplo, hicimos una escapada para almorzar en Cassis (60 km), un pueblo pescador en la costa del Mediterráneo, luego una vuelta por el Parque Nacional des Calanques, con senderos para caminar y vistas al agua cristalina. Al regreso, una pasada por la impactante Marsella para volver  y cenar en una terraza de Aix, con vinos de la zona.

 

Infaltable en Aix conocer el taller de Cezanne, la propiedad de la familia y las canteras de Bibémus donde el pintor instalaba su caballete para desplegar su arte 🎨

  

MOUSTIERS SAINTIE MARIE 

 Pero como siempre puede haber algo mejor, era tiempo de seguir viaje con dirección a los Alpes, camino hacia al Parque Natural Verdom, aproximadamente a 100 kilómetros. Hay varias alternativas de caminos. Nosotros fuimos por la 51, donde la ruta cruza por medio de los grandes campos de lavanda y, según la época que se vaya, el camino se convierte en un solo color violeta a ambos lados del auto (entre junio y agosto son los meses para disfrutar ese espectáculo único).  Abrir las ventanillas del auto,  ir despacio y disfrutar del paisaje en cualquier época del año es una sensación que no olvidarán. Parar en los miradores y retratar las vistas que seguramente va quedar en la retina. Mucho más cuando a lo lejos se empiecen a divisar los Alpes y sus impactantes cumbres nevadas. Durante el recorrido se pueden visitar destilerías de Lavanda y comprar souvenir.

 

Hay varios pueblitos para quedarse y recorrer la zona. Elegimos uno muy pequeño y pintoresco en los Alpes de Provenza: Moustiers-Sainte-Marie, (incluido en Asociación los pueblos más bellos de Francia). Literalmente encastrado en la montaña, ideal para pasar una o dos noches. El recorrido al Parque Natural comienza a pocos kilómetros de allí con varios caminos perfectamente señalados. Una vez que avanzamos hacia el Parque el aire se va transformando… pero para quedarse sin aliento viendo los cañadones entre montañas de hasta 700m de profundidad. Conectarse con la inmensidad de la naturaleza en todo su esplendor. Invitarlos a no perderse el lago de Saint Croix resulta inevitable. Allí hay actividades acuáticas son para los para los más aventureros y también para aquellos quieran pasar un tiempo de relax. Por la noche es ideal una caminata por las calles de este pequeño pueblo de montaña y disfrutar de la famosa comida francesa.

 

La vuelta a Barcelona es otro fantástico recorrido porque parte lo hicimos por otra ruta para seguir conociendo. Volviendo por la ruta A51, a 190 km, se encuentra la ciudad de Nimes, “la Roma francesa”. Un pequeño casco histórico que recuerda con sus edificios la época romana. Desde un gran boulevard arbolado se llega al “mini Coliseo”,  la Maison Carré (Casa Cuadrada), la Torre Magna, la puerta Augusta… Otra ruta posible es pasar por Aviñon. Para llegar hay tomar un desvío en la D952, que también vale la pena por el paisaje.

 

Luego de pasar la noche y disfrutar de la especialidades gastronómicas, queda el último tramo hacia Barcelona, 400 kilómetros que se pueden hacer muy tranquilos parando en distintas ciudades y pueblos como Beziers, Narbonna, Carcassona, Sete, donde se puede almorzar en la costa del mediterráneo o visitar Gerona y su casco histórico,  ya en España.

  

 😄 Recordá que con Sixt pagás en pesos, llamando al 0810-333-7498.

 🏜 La mejor época para viajar siempre es entre Mayo y octubre.

 🚗 Esta ruta se puede hacer en una semana, aunque 10 días son ideales.

 

⛽️ Tener en cuenta que muchas estaciones de servicio chicas en Francia cierran por la tarde o fines de semana. Si bien se encuentran estaciones grandes, es recomendable tener siempre reserva de combustible.

 

😅 Hay muchos hoteles buenos y de bajo costo en toda la ruta. Muchos se encuentran cerca de las estaciones de trenes de cada ciudad

❗️Respetar siempre las leyes de transito y disfrutar cada kilometro!

 

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